Verdaderamente una de las enfermedades más peligrosas entre la mujer es el denominado cáncer de mama. Se le llama al crecimiento descontrolado de las células mamarias. Para entender mejor sobre esta temible enfermedad que ataca no solo a las mujeres, debemos entender cómo se desarrollan estos tipos de cáncer.
El cáncer es el resultado de mutaciones, o cambios anómalos, en los genes que regulan el crecimiento de las células y las mantienen sanas. Los genes se encuentran en el núcleo de las células, el cual actúa como la “sala de control” de cada célula. Normalmente, las células del cuerpo se renuevan mediante un proceso específico llamado crecimiento celular: las células nuevas y sanas ocupan el lugar de las células viejas que mueren.
Pero con el paso del tiempo, las mutaciones pueden “activar” ciertos genes y “desactivar” otros en una célula. La célula modificada adquiere la capacidad de dividirse sin ningún tipo de control u orden, por lo que produce más células iguales y genera un tumor.
A CONTINUACIÓN TE MOSTRAREMOS QUE PASOS Y MEDIDAS DEBES DE SEGUIR PARA PREVENIR UN CÁNCER DE MAMAS.
1. REALIZA UN EXAMEN DE MAMAS
A. Revisa la apariencia física de la forma de tus senos. El primer paso cuando te hagas un examen de mamas es mirar detalladamente tus senos. Necesitarás hacerlo mientras tienes los brazos abajo y de nuevo con los brazos levantados (como si estuvieras animando a alguien).
- Busca protuberancias evidentes. Cualquier protuberancia que sobresalga de forma evidente es un motivo de preocupación y debes hacer que un profesional la revise.
- Revisa la forma de tus senos en su totalidad. Tus senos pueden estar flácidos, pero aún deben tener un aspecto bastante uniforme, creando una figura parecida a la letra “c”. Si tus senos tienen una forma muy grumosa, parecida a la cabeza de un brócoli o a una nube, entonces debes visitar a un doctor.
-Revisa que tus senos sean uniformes. Compara tus senos entre sí. Generalmente tendrán algunas diferencias en su tamaño, pero las diferencias significativas (por ejemplo, una o dos copas de sostén) pueden ser señales de un problema que amerite la revisión de un doctor.
B.- Busca cambios en tus pezones. La apariencia de tus pezones puede indicar una variedad amplia de problemas, entre ellos el cáncer de mama. Examina cuidadosamente tus pezones y tócalos para encontrar los problemas. Sin embargo, los cambios en el color (un tono entre rosa y marrón, más no rojo), el tamaño y la forma general son normales. Por este motivo, no trates de compararte con otras mujeres, ya que solo te asustarás de forma innecesaria. En vez de eso, busca estas señales:
- Secreciones. Si estás embarazada o en el periodo de lactancia, probablemente las secreciones sean normales. Incluso si no presentas estas situaciones, una secreción de color blanco no siempre es motivo de preocupación. Sin embargo, si tienes una secreción sanguinolenta o de color amarillo, debes visitar a tu doctor lo más pronto posible.
- Los pezones invertidos o un pezón que apunte hacia adentro pueden ser señales de un problema. Si tus pezones tienen esa forma desde que eras joven, puede que no se trate de un problema. Sin embargo, si generalmente tus pezones no están invertidos, puede ser una señal del cáncer de mama.
C.- Analiza la apariencia de tu piel. Querrás mirar la piel de tus senos y tus pezones. Las señales que indican problemas incluyen:
- Peladuras o descamación de la piel. Un poco de “caspa” es normal, pero las descamaciones graves pueden ser un motivo de preocupación.
- Hoyuelos o hundimientos en la piel o en la forma general de los senos.
- Enrojecimiento significativo. Ten cuidado si haces este examen justo después de bañarte. Antes de evaluar cualquier tipo de enrojecimiento, espera hasta que tu cuerpo regrese a su temperatura normal y se libere de los agentes irritantes.
D.- Toca tus senos para buscar protuberancias. Es normal tener algunas protuberancias o áreas endurecidas, por lo que es importante que te revises con frecuencia. Debes preocuparte de los cambios que notes. Repite este proceso mientras estás acostada en tu cama o en otra superficie cómoda, ya que esto puede cambiar la manera como las cosas se sienten al tacto y al estar en posición horizontal puedes tener una interpretación más acertada.
- Revisa tu seno con la mano que se encuentra en el lado opuesto. Presiona el seno con tus dedos y muévelos en un patrón circular que cubra toda el área.Comienza aplicando una presión ligera, después una presión moderada y finalmente una presión fuerte (esto te ayudará a alcanzar todas las capas de tejido).
- Las cosas que debes buscar son: protuberancias que son tan duras como una roca, protuberancias con bordes irregulares y protuberancias indoloras. Por supuesto, las protuberancias más blandas, redondas y dolorosas aún pueden ser un problema, así que es importante que consultes con tu doctor.
- Puede que el proceso sea más fácil si te aplicas una loción en los senos.
2. VERIFICA TUS FACTORES DE RIESGO
A.-Entérate de la importancia de los factores de riesgo. Evidentemente, querrás detectar el cáncer de mama lo más pronto posible. Para cuando tengas síntomas que se revelen en el exterior de tu cuerpo o sientas una masa de tamaño considerable, ya estás en problemas graves. Una de las mejores cosas que puedes hacer para protegerte es determinar tu nivel de riesgo y actuar de acuerdo a la situación.
- Generalmente un riesgo más alto simplemente significa que debes concentrarte en hacerte los exámenes más a menudo o al menos en intervalos regulares, además de enfatizar la importancia de los exámenes que te practicas tú misma.
- Si estás en un riesgo muy alto, una mastectomía preventiva u otros procedimientos quirúrgicos pueden ayudarte a reducir el riesgo. Habla con tu doctor para evaluar tu caso, ya que la mejor opción será diferente para cada persona.
B.-Revisa tu historial personal. Hay algunos factores de riesgo que están vinculados contigo y con tu estilo de vida. Los siguientes factores pueden ponerte en riesgo:
- Tu edad. Tu riesgo de desarrollar cáncer de mama incrementa con la edad; aproximadamente en 1% por cada década a partir de los 20 años (comparado con la población general). Puede parecer poco, pero en realidad la edad es uno de los mayores factores que indican tu probabilidad de padecer de cáncer de mama. Sin embargo, si eres joven no sientas que estás exenta de esta situación. Padecer de cáncer al estar joven de hecho es más peligroso, así que aún tienes que prestar atención a tu salud.
- Tu peso. Muchos estudios encontraron que la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Habla con tu doctor para saber si tu peso puede ser un problema.
- Tus hábitos de bebida. De igual forma, muchos estudios demostraron que el alcohol incrementa el riesgo de sufrir de cáncer de mama, ya que afecta a tus hormonas. Si eres una bebedora empedernida o incluso una persona que bebe con moderación, querrás considerar la posibilidad de tomar menos alcohol. Esto es especialmente importante si ya tienes un riesgo alto por culpa de los otros factores.
C.-Examina tu historia genética. Hay dos genes normales que en el caso de que desarrollen mutaciones, pueden ponerte en un riesgo alto de desarrollar cáncer de mama. Estos genes son el BRCA1 y el BRCA2, encargados de la reparación del ADN. Estos genes defectuosos están involucrados en aproximadamente el 5% de los casos de cáncer de mama, pero si tienes una mutación es casi seguro que padecerás de este tipo de cáncer antes de los 70 años. Si el cáncer de mama está presente en tu familia, entonces querrás tomar un examen para detectar la mutación de estos genes.
- Algunos grupos étnicos son más proclives a tener genes BRCA defectuosos. Éstos incluyen las personas de ascendencia escandinava y los judíos asquenazí.
D.-Observa los factores ambientales. El mayor riesgo en el ambiente es la exposición a los químicos. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los químicos son dañinos. Los principales químicos que debes tener en cuenta son el óxido de etileno (un agente esterilizante), los solventes orgánicos, los vapores ácidos, algunos pesticidas y el humo del tabaco.
- La exposición a la luz durante las horas de la noche también puede aumentar el riesgo.
E.-Revisa tu historial hormonal. Un historial con problemas relacionados con las hormonas también puede una señal de riesgo de cáncer de mama. Las siguientes situaciones pueden incrementar tus probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer:
- Comienzo temprano de la menstruación y/o la menopausia. En este caso, con comienzo temprano se hace referencia a la edad de 9 o 10 años para la menstruación, aunque es buena idea que hables con tu doctor acerca de los fenómenos que en realidad son “normales”.
- Edad tardía del primer embarazo. Los embarazos en las edades posteriores a los 30 años te ponen en un riesgo más alto.
- Tratamientos hormonales. Los tratamientos hormonales para diferentes problemas de salud pueden ponerte en un riesgo más alto de padecer de cáncer de mama.
- Lo contrario es que hay muchas situaciones que también pueden reducir tu riesgo, como tener el primer embarazo mientras eres joven o tener muchos bebés.
3. BUSCA AYUDA PROFESIONAL
A.-Visita a tu doctor regularmente. Recibir atención preventiva de forma regular es importante. Tu doctor examinará tus senos como parte de un examen anual y podrá detectar cosas que no encontraste en los exámenes que te practicaste tú misma.
- Si no tienes un seguro médico ni el dinero suficiente para visitar al doctor, probablemente existan recursos en tu país para ayudarte a conseguir la atención preventiva que necesitas. Habla con el departamento de salud de tu localidad para que te indiquen con quién puedes hablar para encontrar este tipo de servicios.
B.-Hazte las mamografías regularmente. Las mamografías regulares son muy importantes para incrementar tus probabilidades de sobrevivir. Entre más temprano detectes el cáncer de mama, te será más fácil sobrevivir. Quizás escuchaste que es doloroso, pero el dolor es temporal y no es peor que la molestia que causa una inyección. Además, puede salvar tu vida, ¡así que simplemente hazte la mamografía!
- La frecuencia con la que necesites hacerte una mamografía depende de tu edad y de si estás en un riesgo alto. Después de los 40 años, debes practicarte este examen al menos cada 2 años, complementando con los exámenes que practiques tú misma cada mes o cada 2 meses. Antes de los 40 años, debes hablar con tu doctor sobre la necesidad de hacerte una mamografía. Es posible que con hacerte el examen cada 5 años sea más que suficiente, si el doctor piensa que es necesario.
C.-Busca respaldo económico. Solo porque no tienes el dinero ni un seguro médico no quiere decir que no puedes recibir la atención necesaria. Existen varios programas establecidos para ayudarte. Si no sabes dónde buscar ayuda, contacta al departamento de salud de tu localidad o llama a la línea nacional contra el cáncer en tu país. Estas instituciones están en la capacidad de dirigirte a la persona apropiada para ayudarte en tu situación. Esto puede ir desde mamografías gratuitas o muy económicas, hasta un tratamiento contra el cáncer.
- Si estás en los Estados Unidos, este es el listado oficial del gobierno de clínicas para personas de bajos recursos.
En muchos países existirá un centro de recursos para las personas que sufren de cáncer de mama o una fundación dedicada a combatir este padecimiento. Estos servicios te ayudarán a encontrar un tipo de atención médica que puedas pagar o incluso pueden darte cupones para recibir atención gratuita (se consiguen a través de las donaciones).
- Las clínicas de planificación familiar a menudo practican exámenes de revisión de los senos o al menos estarán en la capacidad de ayudarte a encontrar un tipo de atención médica que puedas pagar.
D.-Mantente alerta y busca ayuda rápidamente. Prestar atención y conocer tus senos a profundidad es lo mejor que puedes hacer para detectar los síntomas del cáncer de mama. Si te preocupa lo que encuentras en los exámenes que te practicas tú misma o al revisar tu historial personal, visita a un doctor de inmediato. La detección temprana puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Es aterrador, pero a la vez es muy importante.
E.-Haz que la prevención sea un trabajo de equipo. Es fácil que te olvides de tu mamografía anual y que la dejes pasar. Por lo tanto, si tú la olvidas fácilmente, ¡sabes que las mujeres que quieres también lo harán! Puedes hacer que las otras mujeres y tú permanezcan saludables mediante una reunión anual que termine en que todas se practican la mamografía. De esta manera puedes combatir el miedo que genera esta experiencia y hacer que las mujeres del grupo se recuerden mutuamente del examen.
- Dile a tus amigas y familiares algo como: “Sé que muchas mujeres no se practican las mamografías porque son aterradoras y pueden doler un poco, pero me encantaría encontrar una manera de hacerlas divertidas. Además, ¡tendremos una reunión genial de chicas!”.
- Puedes ver películas que te hagan sentir poderosa (como Kill Bill, El quinto elemento o Serenity), tomar algunas bebidas para chicas (como un daiquirí virgen o con alcohol) o preparar comidas divertidas con temas de senos. Tampoco olvides los juegos.
Definitivamente es una de las más peligrosas enfermedades que afecta a un gran porcentaje de mujeres en Latinoamérica según estudios realizados; en la actualidad las mujeres tanto como los hombres no debemos ignorar conocer la importancia de poder prevenir y descartar mediante distintas técnicas y formas con las que podemos evitar futuras enfermedades.
Es muy posible que la información haya llamado tu atención, y es que no es necesario que seas mujer para poder empaparte sobre este tema. Sin lugar a duda es mucho más recomendable prevenir que lamentar, agradecemos tu interesa y visita, es necesario compartir la información para expandir el conocimiento.
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